Líderes de la barra Fortaleza Leoparda Sur reconocieron la participación de miembros de esta organización en la asonada registrada el pasado domingo previo al encuentro deportivo entre el Atlético Bucaramanga y Jaguares de Córdoba. Además, pidieron perdón a la ciudad por los hechos de violencia.
En conversación con Vanguardia Liberal, Diego Valbuena, uno de los líderes de Fortaleza Leoparda Sur, expresó que “los actos del domingo no se justifican, pedimos perdón por los hechos de violencia y los daños causados... queremos que el barrio San Alonso nos quiera recibir con las manos abiertas, sabemos que es un barrio de bien y no podemos seguirlos maltratando de esa manera”.
El barrista enfatizó en que “vamos a trabajar incansablemente para tener contentos a los residentes de los barrios aledaños al Estadio y para que el fútbol sea en paz y alegría”.
Si bien reconoció que “hay muchos menores de edad metidos en drogadicción y otras cosas que se basan en la barra para poder delinquir”, solicitó a las autoridades “reforzar la presencia de la Policía en alrededores del Estadio cada vez que haya partido”.
“Se requiere más trabajo y presencia de la Policía. Si a la autoridad se le sale de las manos controlar mil personas, mucho más a nosotros que somos solo 50 personas liderando la organización”, afirmó Valbuena.
Asimismo manifestó que “donde todos se comprometieran partido a partido a hacer su trabajo bien, no se soluciona el problema, pero se mitiga un poco la situación”.
Choques previos
Los hinchas del Atlético Bucaramanga aclararon que el ataque a la vivienda en el sector de San Alonso se presentó luego de que los jóvenes que residen allí lanzaron piedras a los hinchas que hacían parte de la caravana, momentos antes de llegar al Estadio.
“Ellos estaban en la casa listos con las piedras y demás cosas para tirarnos. Lo tenían preparado porque desde el tercer piso de la vivienda nos atacaron... ellos nos atacaron y los muchachos respondieron… ponemos la cara, no fueron infiltrados, sino miembros activos de la barra”.
Asimismo el líder de Fortaleza Leoparda Sur señaló que desde hace cerca de tres meses se han presentado pequeños enfrentamientos, insultos y peleas pequeñas entre los residentes de esa vivienda e integrantes de la barra: “el error nuestro es nunca interponer una denuncia o dejar por escrito ante un CAI que está sucediendo eso... estas personas han sido quienes provocan e incluso han agredido gravemente a miembros de la barra”.
Rechazo a la violencia
Sobre estos hechos, Julián Eduardo Pedraza Bautista, jefe de seguridad del Atlético Bucaramanga, rechazó los actos pero defendió a los seguidores del equipo: “no decimos que todos los hinchas del Bucaramanga sean buenos, pero tampoco todos son malos”.
“Muchas veces alguien se pone la camiseta del equipo como excusa para cometer algún delito, pero la culpa no es del equipo o el fútbol es un problema social que se refleja en el estadio”, indicó Pedraza Bautista.
Clásico dejó dos muertos
Tan solo durante la primera fecha de la liga de fútbol colombiano se registró la muerte de dos hinchas, uno de Nacional y uno de Medellín.
Una de las víctimas de la violencia en los estadios fue un joven de 16 años de edad que apenas cursaba octavo grado y era seguidor del Nacional. El menor fue apuñalado cuando se dirigía al estadio Atanasio Girardot.
El segundo caso fatal correspondió a un joven de 20 años de edad, hincha del Medellín, quien fue atacado en su casa por hombres armados. Según las versiones preliminares, el joven había discutido horas antes con miembros de la barra del Atlético Nacional.
Jóvenes a cargo del Icbf
En relación con los hechos ocurridos el pasado domingo, en los que hinchas del Atlético Bucaramanga atacaron una residencia en la que se albergan jóvenes desvinculados, la Asociación Colombiana para la Restitución aclaró que este predio no pertenece a una sede de la ACR.
De acuerdo con Ronald García, coordinador encargado de la ACR, explicó que las personas que habitan este lugar son menores de edad desvinculados, por lo que se encuentran bajo custodia y protección del Icbf y no hacen parte de algún programa de la Asociación Colombiana para la Restitución.
El funcionario enfatizó en que estos jóvenes aún no hacen parte del proceso de reintegración y solo hasta que sean mayores de edad y, de manera voluntaria, ellos podrían acercarse a alguna sede de la Entidad para hacer parte del Proceso de Reintegración.
“En este momento, por ser menores de edad, hacen parte del proceso de restitución de derechos, bajo custodia y protección del Icbf”, sostuvo García
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