La Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional ha detenido a siete Ultras Sur por una violenta agresión. Esta pelea, que ocurrió en Nochevieja en el conocido bar Duratón, cercano al Vicente Calderón, dejó tres heridos de gravedad por golpes y puñaladas. Las primeras investigaciones apuntan a que se trata de un paso más en la guerra desatada por el control de los hinchas radicales del Real Madrid.
Esta guerra, cuyo capítulo anterior tuvo lugar en el bar Drakkar, cerca del Bernabéu, hace unos dos meses, está desatada entre dos bandos que básicamente quieren quedarse con el negocio de las entradas que el Real Madrid deja a precio de saldo a los Ultras, que luego son revendidas y generan grandes beneficios.
Esta entradas, que el Madrid les vende a seis euros, son revendidas a 20, más o menos, y además se cobran comisiones de los lugares donde las venden. Al no ser nominales, resulta imposible controlar quién las compra y acude al campo.
Además, recientemente el Madrid ha echado a los tradicionales Ultras de las gradas, con la intención de sustituir sus plazas por una grada joven, pero esto ha provocado una lucha de poder interna.
La agresión del bar Duratón, perfectamente planificada y ejecutada como si se hubiera tratado de un comando, según fuentes policiales, fue muy grave y pudo acabar con alguien fallecido. Los agredidos eran miembros del Frente Atlético, según las mismas fuentes, mientras que los agresores al perecer pertenecen a la facción de Ultras Sur recientemente destronada.
En aquella agresión resultaron heridas de gravedad tres personas, entre ellas una chica a la que apuñalaron, y por eso se ha detenido a los ultras por un delito de homicidio en grado de tentativa.
Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid, testigos de los hechos manifestaron a los agentes que en la agresión participaron al menos 12 individuos, «por lo que las investigaciones continúan abiertas y no se descartan más detenciones». De hecho, se supone que uno de los que falta por arrestar es conocido como El Niño, quien ya fue detenido el pasado 9 de noviembre por la agresión ocurrida del bar Drakkar, según informa Efe.
El Niño también fue arrestado en marzo de 2013 en Vigo por agredir a seguidores de un equipo contrario y el 27 de noviembre por otra reyerta en un bar de Madrid, así como el pasado 6 de enero por amenazas a miembros de la Peña Madridista «La Clásica», según esta agencia.
La violencia del ataque al Duratón fue de tal entidad, con defensas extensibles y armas blancas, que los hechos fueron denunciados por una sola persona por miedo a represalias del resto de víctimas. A partir de ese momento se estableció un dispositivo de identificación que se saldó con la detención de siete personas, que ya han protagonizado episodios violentos en anteriores ocasiones.
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