Quinientos hinchas de Belgrano de Córdoba fueron contra las reglas del campeonato argentino acerca del público visitante al instalarse en una platea del Estadio Malvinas Argentinas y protagonizaron incidentes en el partido contra Godoy Cruz.
El cotejo se interrumpió en el primer tiempo por los cánticos que entonaron en la platea techada, y al final del partido, con la derrota de su equipo por 1-0 consumada, arrancaron butacas para arrojarlas como proyectiles al campo de juego.
El árbitro Diego Ceballos había parado el capítulo inicial para pedir su desalojo, pero no obtuvo respuesta y recurrió a ademanes para pedir calma.
El parate duró cinco minutos, aunque nadie se movió de su asiento, y la voz del estadio recordó que no está permitido alentar a los visitantes.
Así y todo, el partido se reanudó y se desarrolló con normalidad hasta que, sobre la hora, Belgrano perdió 1-0 por un gol en contra de Renzo Saravia y quedó en inferioridad numérica por la expulsión directa del hondureño Jerry Bengtson por agredir con la cabeza a Angel González.
Esto, sumado al hecho de El Pirata malogró la chance de encumbrarse en la tabla de posiciones del campeonato de Primera División, desató la furia de los hinchas celestes, que tomaron parte desde las gradas en la discusión que sostenían los futbolistas de ambos clubes lanzando asientos.
Para peor, cuando los equipos descendieron a la zona de vestuarios, la policía local mantuvo a raya a los de Belgrano valiéndose de golpes y gas pimienta.
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