El Deportivo podría retrasar un año la puesta en marcha de la grada de animación que exige la Liga. El club coruñés lleva meses trabajando en la acotación de parte de General, pero se está encontrando con algunos problemas logísticos y burocráticos que podrían motivar el aplazamiento de su creación.
La Liga envió una circular a los clubes el pasado mes de marzo en la que los conminaba a poner en marcha esta iniciativa de cara al ejercicio que comenzará el próximo mes de agosto.
Esta grada de animación tiene que ser una zona sectorizada, acotada y diferenciada del resto del aforo, con el fin de garantizar el acceso en exclusividad a los abonados de la misma. No se podrán vender entradas sueltas para la misma, con lo que todos los que la ocupen han de ser socios del club.
Abono intransferible
El abono será personal e intransferible, siendo responsable el titular de su correcto uso. La utilización de esta tarjeta por un tercero supondrá su expulsión del recinto y la retirada del abono al titular que lo cedió.
Una vez en funcionamiento la grada, si llegara una sanción como pudiera ser el cierre parcial de la misma, los abonados se someterán a dicho castigo y podría retirárseles el carné, salvo que acrediten no haber participado en los incidentes que provocaron el cierre o colaborar en la identificación de los hinchas problemáticos.
Además, los materiales que se van a exhibir deben ser aprobados por el club, así como los distintivos que luzcan los hinchas solo pueden pertenecer a peñas inscritas en el libro de registro.
Con estas premisas el club se puso a trabajar con un grupo de trabajo al frente del cual está Martín Pita, el consejero encargado del área social.
Ubicación
El lugar elegido para crear esta grada es la zona de General que habitualmente ocupan los Riazor Blues. La idea sobre la que se trabaja es acotar un pasillo desde la puerta 8 del estadio hasta la zona, que también quedaría delimitada por sendas mamparas de metacrilato. El acceso estaría reservado para mayores de 18 años y tendría que hacerse mediante huella digital, para lo que el club deberá instalar un identificador biométrico. El club maneja una horquilla de entre novecientos y mil quinientos espectadores para esta localidad.
Los problemas que se está encontrando el Deportivo a la hora de poner en marcha este mandato de la Liga son varios. En primer lugar, el divorcio existente con los ultras y que en otros clubes no se da. Parece claro que la mayoría de integrantes de esta grada coincidirían con los que ocupan la zona de los Riazor Blues, pero no hay un diálogo fluido con este grupo radical que facilite su integración. Además, el club tiene que entrar en contacto con los abonados cuyo asiento se corresponde con la zona, superior a la que ocupan los blues, misión igualmente encomendada a Martín Pita.
Ayuntamiento
El otro contratiempo radica en el cambio de gobierno municipal. Como cualquier obra en el estadio debe ser aprobada por el Ayuntamiento, y la nueva corporación no tomó posesión hasta ayer, el Deportivo aguarda una reunión con el nuevo equipo rector para consensuar la reforma. Ante estas dificultades tratará negocia con la Liga una prórroga para acometer la orden sin peligro de sanción.
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