Los Ultras Sur han declarado la guerra a Florentino Pérez, a quien culpabilizan de su salida en tromba del Santiago Bernabéu. El presidente blanco en el mes de diciembre puso en marcha el plan de evacuación de los seguidores más exaltados del Fondo Sur y en poco más de un mes ha acabado con la histórica peña.
En las oficinas de Concha Espina saben que pese a ya no formar parte del decorado habitual del Bernabéu los ultras van a hacer mucho ruido hasta ser reducidos a cenizas. La misiva de Florentino desde que se desató el conflicto en el seno de Ultras Sur ha sido clara y no ha dado margen de maniobra a los socios abonados que hasta hace poco ocupaban el Fondo Sur
En el partido ante el Celta de Vigo del pasado 6 de enero el Fondo Sur gozaba de un aspecto diferente. Con los ultras en los aledaños de la Calle Marceliano Santamaría, tratando de impedir la entrada de los seguidores madridistas a la nueva Grada de Animación, los antidisturbios salvaron la primera batalla, pero los Ultras Sur han prometido seguir en la brecha hasta recuperar el sitio que consideran les corresponde.
El próximo partido del Real Madrid Castilla en el Alfredo Di Stefano (sábado 11 de enero a las 18:15) Ultras Sur quiere aprovechar para entrar en el estadio de Valdebebas y hacer ruido con un mensaje en contra del presidente blanco. El terreno donde juega el filial madridista es el escenario que los fanáticos seguidores han elegido para llevar a cabo su hoja de ruta.
Del mismo modo, en la jornada 21 y aprovechando la visita del Granada al Santiago Bernabéu, centenares de seguidores radicales están tratando de adquirir localidades por todo el estadio, al igual que hicieron en el último partido de 2013 ante el Olímpic de Xátiva. Y como ocurrió en el partido copero están dispuestos a expresar vehementemente su repulsa ante la decisión de arrebatarles su abono y próximamente su condición de socios. El balance final de mencionado encuentro se saldó con varias bengalas encendidas, butacas quemadas y otras tantas arrancadas, así como amenazas a varios seguidores del Real Madrid que se pusieron delante del camino de los radicales.
El modus operandi se puede repetir en el partido de Copa que enfrentará al equipo de Carlo Ancelotti ante Osasuna, un histórico enemigo de la sección ultra y donde la policía nacional redoblará los esfuerzos para controlar posibles ataques sobre la afición rival.
Ultras Sur quiere hacer de las inmediaciones del Santiago Bernabéu su territorio, y pese a que se les impida el acceso al campo, será en la calle donde meterán presión al Club para negociar su vuelta. Las amenazas a los seguidores madridistas que pretendían acceder por la puerta 28 del Fondo Sur en el último encuentro de Liga serán la tónica predominante de las siguientes jornadas, donde al mismo tiempo tratarán de infiltrarse las próximas jornadas en grupos reducidos y de forma dispersa por el estadio en aras de amargar a Florentino Pérez la paz social que perseguía con la disolución de los ultras.
La facción más violenta que actualmente dirige Ultras Sur y que hizo abandonar por la puerta de atrás a los líderes históricos, que hasta hace poco hacían de nexo con el Real Madrid, no sólo ha tomado por bandera el discurso más extremista sino que también ha pasado a la acción. El pasado mes de diciembre decenas de Ultras Sur irrumpieron en un local cercano al Vicente Calderón y de habitual tránsito del Frente Atlético para apuñalar a dos hinchas del Atlético de Madrid. La lucha por el poder de estas nuevas organizaciones, con fines meramente políticos e ideológicos, está dando lugar a una nueva oleada de violencia de los grupos ultras como en la década de los 90, algo que preocupa dentro del Real Madrid, sabedor de lo que implica romper todos sus vínculos con Ultras Sur.
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