La fiesta no fue completa para 170 seguidores azules. En realidad no hubo fiesta. Alguien les dejó sin ellas. Una organización caótica que robó a tres autobuses completos de aficionados vivir a pie de campo una fiesta que pasa a la historia del oviedismo. Esta mañana, el grupo Symmachiarii ha emitido un comunicado donde manifiesta que presentará una denuncia formal contra el Cádiz C.F.
No hubo solución posible. Los aficionados tuvieron que quedarse en los autobuses y seguir el encuentro por la radio. Una situación frustrante que llegó a oidos de los dirigentes del Oviedo. El presidente, Jorge Menéndez Vallina, abandonó su lugar en el palco durante algunos minutos para ver si se podía arreglar la situación. La explicación dirigida a los seguidores es que algunos oviedistas habían comprado sus localidades fuera de las que había enviado el Cádiz y, por lo tanto, estaban dispersos por el estadio. Por razones de seguridad al llegar al campo se les reubicó en la zona de oviedistas. Aficionados que habían comprado su entrada para la grada de preferencia baja fueron reubicados en preferencia alta con el resto de seguidores llegados desde Asturias.
Sin embargo, en otras partes del la grada podían verse cientos de asientos libres. Por lo que parece más una cuestión organizativa que por falta de espacio.
El Real Oviedo no dudó en culpar al Cádiz de la situación creada. En la cuenta oficial de Twitter lanzó el siguiente mensaje: "Echamos de menos a 170 de los nuestros, que no pudieron acceder por la lamentable y vergonzosa gestión del Cádiz". El club gaditano no contestó a la acusación de los azules
No hubo solución posible. Los aficionados tuvieron que quedarse en los autobuses y seguir el encuentro por la radio. Una situación frustrante que llegó a oidos de los dirigentes del Oviedo. El presidente, Jorge Menéndez Vallina, abandonó su lugar en el palco durante algunos minutos para ver si se podía arreglar la situación. La explicación dirigida a los seguidores es que algunos oviedistas habían comprado sus localidades fuera de las que había enviado el Cádiz y, por lo tanto, estaban dispersos por el estadio. Por razones de seguridad al llegar al campo se les reubicó en la zona de oviedistas. Aficionados que habían comprado su entrada para la grada de preferencia baja fueron reubicados en preferencia alta con el resto de seguidores llegados desde Asturias.
Sin embargo, en otras partes del la grada podían verse cientos de asientos libres. Por lo que parece más una cuestión organizativa que por falta de espacio.
El Real Oviedo no dudó en culpar al Cádiz de la situación creada. En la cuenta oficial de Twitter lanzó el siguiente mensaje: "Echamos de menos a 170 de los nuestros, que no pudieron acceder por la lamentable y vergonzosa gestión del Cádiz". El club gaditano no contestó a la acusación de los azules
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