El Sevilla se convirtió en el primer equipo sancionado con el cierre de una parte de su estadio por los cánticos violentos de sus aficionados. El club anunció que recurrirá la resolución del Comité de Competición, que clausurará durante cuatro partidos la grada de Gol Norte, donde se sitúan los hinchas radicales Biris, por sus insultos contra el Betis durante el Sevilla-Athletic de la jornada 29 de Liga.
La polémica salta, casualmente, horas antes de que, este lunes, la Comisión Antiviolencia se reúna para estudiar posibles sanciones por los pitos de los hinchas del Barcelona y el Athletic al himno español durante la final de la Copa del Rey.
La Federación española comunicó el pasado viernes al Sevilla «la sanción de cierre parcial de la zona central de banco de pista de la grada de Gol Norte durante cuatro partidos, en el expediente abierto tras la denuncia formulada por la Liga de Fútbol Profesional, por la realización de cánticos ofensivos desde esa zona de la grada».
Concretamente, el informador de la Liga denunció cómo «un grupo de aproximadamente 250 espectadores afines al Sevilla, donde se ubica el grupo conocido como Biris Norte, cantó, en referencia al Real Betis Balompié, la expresión 'verdiblancos hijos de puta'».
El informe recalcaba que «los cánticos fueron realizados de forma coral, coordinada y repetida, exclusivamente por parte del mencionado grupo, sin que fuera seguido por el resto de espectadores presentes en el estadio, cuyo comportamiento fue totalmente correcto durante todo el partido». Igualmente, subrayaba que «se trató de un hecho aislado durante el partido, y al margen del mismo, el comportamiento de los espectadores fue absolutamente correcto, sin que se detectara ningún otro tipo de incidencia».
El Sevilla anunció que acudirá al Comité de Apelación y cargó con mucha dureza contra la resolución federativa. «Aunque la instructora del expediente propuso una multa de 6.001 euros por los citados cánticos, el Comité de Competición, en una resolución de inusitada dureza, eleva la sanción al cierre parcial de grada, en una decisión sin precedentes o, más bien, con el único precedente de otras sanciones anteriores contra el Sevilla Fútbol Club, objetivo predilecto cuando se trata de imponer sanciones ejemplarizantes», se queja el club.
Hasta el momento, la Federación había remitido a los clubes propuestas de sanción económica, después de que la Liga denunciara innumerables cánticos ofensivos en más de un centenar de partidos durante la temporada. El Sevilla es el primero que recibe una sanción de cierre parcial del estadio. Algo que el club considera «injustificado» tanto por los hechos juzgados como por el «escrupuloso cumplimiento con el protocolo de la Liga» y su «reiterada repulsa hacia las conductas violentas en el fútbol». El club avisa de que «no permitirá que se ceben con él y con sus aficionados».
La Federación también insta al Sevilla a que «se abstenga de reubicar a los aficionados de esa grada durante el periodo de sanción y a que, en los partidos afectados, se muestre en esa zona un mensaje de condena a los actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol y su apoyo al juego limpio».
El primer cierre de una grada se conoce un día antes de que la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo y la intolerancia en el deporte se reúna para estudiar posibles sanciones tras la clamorosa pitada al himno español por parte de las hinchadas del Athletic y del Barcelona en la final de la Copa jugada el sábado en el Camp Nou.
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