Cuatro integrantes de la peña Yomus amenazaron gravemente ayer al director de comunicación del Valencia, Damià Vidagany, y al jefe de seguridad del club, Julián Suescun, a la salida del acto de presentación de la campaña de renovación de abonos de la entidad. El consejero de la entidad, Kim Huat Koh, también fue increpado por los ultras, entre los que se encontraba Fernando León, presidente de la Curva Nord, y Joan Josep Martínez, líder de los Yomus.
La causa del enfrentamiento, denunciado a la Policía Nacional por el propio Vidagany, está en la nueva medida del club de que a la Grada Joven solo entren aficionados entre los 16 y los 30 años, lo que obligaría a reubicar a unos 300 miembros de la Curva Nord mayores de 30 años. Esa grada, bautizad como Mario Alberto Kempes, tiene una capacidad para unas 1.850 localidades. Los Yomus ya se enfrentaron por este motivo al anterior presidente, Amadeo Salvo, aunque el curso pasado hubo una especie de de prórroga al permitirles seguir en esa gradas a los mayores de 30 pero sin los descuentos para los jóvenes en la compra de los abonos.
La Curva Nord está compuesta por 1.850 miembros que, hasta ahora, copaban esa grada de animación. De ellos, unos 80 forman parte de la facción radical Yomus, quienes, según el club, dominan al resto a través de amenazas e intimidación.
La intención del Valencia es acabar con ese coto cerrado para la Curva y abrir esa grada a otros a jóvenes aficionados que puedan acceder al pase más barato, de 150 euros. «Queremos una grada abierta, apolítica y de animación», dicen en el club, que ha tenido que hacer frente a denuncias del Movimiento Antifascista por los saludos nazis de miembros de Yomus durante los partidos.
«Cosas desagradables»
«Van a pasar cosas desagradables», advierte una fuente de la directiva de la Asociación de Peñas del Valencia, mientras desde el club se mantienen firmes en una medida que ha sido impulsada por el propietario, Peter Lim.
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