La Policía Municipal evitó una batalla campal entre ultras durante el partido entre el Atlético de Madrid y el Sevilla en las inmediaciones del Wanda Metropolitano, el pasado 15 de mayo.
Todo comenzó con un dispositivo preventivo, capitaneado por la Unidad de Coordinación Judicial, que se incautó de 590 artículos falsificados: bufandas, camisetas, gorras, sudaderas, escudos y pegatinas, en diversos puestos de alrededor.
Hasta ahí, todo normal. Pero, en torno a las 6 de la tarde, junto con los agentes de la UID de San Blas-Canillejas, se acercaron a la zona de los bares que suelen frecuentar los ultras colchoneros. Allí había multitud pero se fijaron en un coche mal estacionado en la calle de la Esfinge. Se trataba de un Volkswagen Polo y su conductor andaba por ahí.
El sujeto, como el resto de sus amigos, iba con una camiseta negra y la enseña de Suburbios Firm, ultras del Atlético que dirige un tipo apodado el Ratilla. Son, como el Frente Atlético, radicales 'hermanados' con los Supporters Sur, los del Betis, también de ideología de ultraderecha, a diferencia de los Biris del Sevilla.
Minutos antes, los agentes habían encontrado escondidos en unas jardineras cercanas una alcotana (una especie de pico de obra), un martillo, una porra extensible y un palo de madera de 1,20 metros de longitud.
La sorpresa llegó cuando, al pedir al joven del Golf que abriera el maletero, descubrieron en él otros nueve palos de madera, idénticos al anterior.
El individuo, de 29 años, fue identificado y no se cortó en sus explicaciones sobre esos objetos que podían ser usados como armas: «El coche es de mi madre. Y sí, pertenezco a Suburbios Firm. No tengo entrada para el partido pero, como nos íbamos a encontrar con los Biris, no íbamos a venir con las manos vacías para que nos peguen». Fue sancionado por el mal estacionamiento y por la tenencia de los instrumentos peligrosos.
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