Las previsiones hablan de unos 150.000 aficionados, pero podrían llegar hasta 200.000 los seguidores de Eintracht y Rangers que se encuentran en Sevilla con motivo de la disputa este miércoles en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán de la final de la Europa League.
Solo uno de cada cuatro tiene entrada para presenciar dicho encuentro, por lo que un tercio permanecerá pululando por los exteriores del estadio durante el partido.
De momento, no hay que destacar graves incidentes, salvo algunas gamberradas y salvajadas. Los aficionados del Glasgow Rangers han utilizado la ría de la Plaza de España como piscina para sofocar el calor.
Lo cierto es que la indignación es grande entre los habitantes de la capital andaluza. "Sevilla está siendo pisoteada, insultada y prostituida. ¿Qué pensaría Aníbal González", se pregunta Curro Bono.
Otro joven sevillano también ha compartido su opinión sobre la toma de la ciudad por parte de los ultras alemanes y escoceses. "No, no me hace ilusión que Sevilla esté llena del turismo abusivo y destructivo de hinchas y ultras de fútbol europeo. No quiero ultras de fútbol semidesnudos corriendo y berreando por mi ciudad, colapsando calles, transporte, bares y cafeterías y ensuciando. Eso no es turismo".
Este joven añade. "No quiero ir cohibido por la calle porque puede haber ultras de fútbol de ideología fascista y neonazi. No quiero turismo fascista y ultra a cohibirme en mi casa. Las andaluzas y los andaluces estamos muy cansaditos del turismo invasivo que expulsa a los vecinos para hacer Airbnb".
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