La capital de la comunidad autónoma de Andalucía, Sevilla, espera recibir hasta 100.000 visitantes a lo largo de esta semana. Con el Sol asomando y el calor empapando las frentes —las previsiones meteorológicas prevén que los termómetros alcanzarán los 40 grados este viernes en el sur del país—, podría parecer una típica escena de la antesala del verano en uno de los destinos predilectos de los europeos. Sin embargo, estos turistas no irán acicalados con sombreros, gafas de sol, camisetas de tirantes y sandalias; lucirán la equipación de su equipo de fútbol.
Miles de aficionados de Eintracht Frankfurt y Rangers ya han invadido las calles de Sevilla antes de la final de la Europa League que alemanes y escoceses disputarán este miércoles en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Las autoridades locales esperan que acudan a la ciudad unos 100.000 aficionados, la mayoría de los cuales llegará sin entradas para asistir al encuentro de balompié. A los dos clubs finalistas se les asignaron, tan solo, 10.000 boletos, mientras que la meca del Sevilla FC tiene una capacidad para 42.000 espectadores.
El Eintracht Frankfurt, que ya alzó la Europa League en 1980, cuando era llamada Copa de la UEFA, no es una institución novicia en la movilización de masas. Más de 20.000 seguidores alemanes accedieron al Camp Nou para presenciar el partido de cuartos de final contra el FC Barcelona, cuando solo 5.000 de ellos tenían entrada. Lejos de quedarse relegados a un papel secundario y contemplativo, los aficionados de ‘las águilas’, ataviados en bufandas y camisetas blancas, hicieron que los jugadores de Oliver Glasner se sintieran como en casa.
Visto el éxito del desplazamiento nómada, unos 10.000 aficionados del Eintracht Frankfurt viajaron a Londres para intentar conquistar el London Stadium, feudo del West Ham United, en las semifinales de la Europa League. No obstante, los Hammers habían aprendido la lección y, antes de poner a la venta las entradas, advirtieron que sancionarían a cualquier socio que revendiera su ticket a un aficionado alemán con la retirada de su abono para el resto de la temporada y para la próxima campaña. Aunque los visitantes se llevaron el triunfo por 1-2, las gradas tan solo acogieron unos 3.000 fans visitantes.
Por su parte, el Rangers persigue su segundo entorchado europeo, después de haber conseguido la extinta Recopa en 1972. En 2008, los escoceses alcanzaron la final de la Copa de la UEFA, pero cayeron derrotados ante el Zenit de San Petersburgo por 2 a 0. “Espero conseguir una entrada por unos 1.782 euros”, declaró el lunes Greg Coote, un aficionado de los light blues a Reuters. Había llegado a Sevilla desde Glasgow, tras hacer escala en Newcastle y Faro (Portugal).
“Tuve suerte porque reservé mi viaje antes de las semifinales, pero la gente está teniendo dificultades para encontrar una manera de llegar aquí y volver a casa”, explicó. Los precios del alojamiento en Sevilla para las noches del martes y el miércoles oscilan entre los 650 y los 1.500 euros por habitación en un hotel de tres estrellas. El Ayuntamiento de la ciudad hispalense prevé una ocupación plena con un impacto económico de unos 60 millones de euros. Por otra parte, más de 5.500 policías se encargarán de vigilar las calles en la fecha señalada.
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