Del 13 de mayo de 2009 al 30 de mayo de 2015 van poco más de seis años, en los que se han disputado siete finales de la Copa del Rey. En tres de ellas coincidieron el Barcelona y el Athletic de Bilbao, los dos equipos que más gloria lograron en este torneo: 27 títulos tiene el conjunto azulgrana, por 23 de los rojiblancos. Resulta desagradable que en la brillante historia que une a estos clubes con la Copa se hayan colado tres encuentros que no se van a recordar por lo que sucedió durante el mismo sino por lo que pasó justo antes. Ni las actuaciones de Messi, protagonista en las tres citas, será más recordado que los pitos al himno, al Rey, a España o a todo a la vez.
Mestalla fue el escenario en el que el Athletic regresaba a una final de Copa 24 años después. Desde el 85 los 'leones' no llegaban tan lejos en 'su' torneo. No obstante, durante mucho tiempo fueron el 'Rey de Copas', honor que le arrebató el Barça entre 1997 y 1998, cuando con dos títulos consecutivos empató a 23 primero y superó después al equipo vasco.
La primera pitada masiva al himno español no fue emitida en directo por Televisión Española debido a "un error humano" según el ente público. En un intento de subsanar ese fallo, los espectadores pudieron ver lo que ocurrió antes del partido durante el descanso aunque en la grabación fue editada para subir el himno y bajar el sonido ambiente.
Tres años después, Barça y Athletic volvieron a verse en una final. La polémica envolvió este partido desde que se conocieron los oponentes. Ambos clubes pidieron jugar en el estadio Santiago Bernabéu, algo a lo que el Real Madrid se negó alegando obras en los lavabos. La previsión de que la Marcha Real sonara entre miles de silbidos primó más que el millón de euros que habría ingresado el equipo de Chamartín por ceder su casa.
Descartado el Bernabéu, la siguiente puerta que tocaron los finalistas fue la del Vicente Calderón. El Atlético de Madrid sí aceptó y miles de aficionados tomaron Madrid en una jornada festiva y sin incidentes. Dentro del estadio, lo esperado, aún más pitos que en Valencia, aumentando su repercusión al ocurrir en la capital de España.
De nuevo tuvo que esperar tres años el Athletic para llegar a una final. Su verdugo en las dos últimas volvía a ser el rival. El Real Madrid dijo de nuevo 'no' a que el Bernabéu fuera escenario de una tercera pitada de los aficionados. Valencia y Betis sí ofrecieron sus feudos pero finalmente la Federación designó el Camp Nou como sede de la final. El estadio más grande para la mayor pitada registrada en recinto deportivo en España: se rozaron los 120 decibelios, similar a lo que produce un avión despegando o el concierto de una banda de rock.
Descartado el Bernabéu, la siguiente puerta que tocaron los finalistas fue la del Vicente Calderón. El Atlético de Madrid sí aceptó y miles de aficionados tomaron Madrid en una jornada festiva y sin incidentes. Dentro del estadio, lo esperado, aún más pitos que en Valencia, aumentando su repercusión al ocurrir en la capital de España.
De nuevo tuvo que esperar tres años el Athletic para llegar a una final. Su verdugo en las dos últimas volvía a ser el rival. El Real Madrid dijo de nuevo 'no' a que el Bernabéu fuera escenario de una tercera pitada de los aficionados. Valencia y Betis sí ofrecieron sus feudos pero finalmente la Federación designó el Camp Nou como sede de la final. El estadio más grande para la mayor pitada registrada en recinto deportivo en España: se rozaron los 120 decibelios, similar a lo que produce un avión despegando o el concierto de una banda de rock.
El fútbol no es el único deporte en el que se ha silbado mientras es interpretado el himno nacional. Una parte de las hinchadas del Baskonia y del Barcelona se han unido para pitar o abuchear durante la celebración de la Copa del Rey. Así se recibió a Don Juan Carlos en Vitoria en 2013
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