Hay manchas en el fútbol que es necesario erradicar y una de ellas sucedió el pasado sábado. Lo que debería haber sido un encuentro con una disputa sana por ver quien se llevaba los tres puntos en el partido entre la Medinense y el Renedo la 2ª Provincial de Aficionado, se acabó convirtiendo en un episodio violento.
En el minuto 70, un jugador del Medinense recibió la segunda amarilla y el ambiente empezó a entrar en ebullición. Dos minutos más tarde, el conjunto renediense igualaba el marcador (3-3), pero lo peor aún estaba por llegar. El guardameta del Medinense, en desacuerdo con las decisiones arbitrales, empujó al colegiado del encuentro y este no dudó en enseñarle la tarjeta roja por agresión. A falta de 15 minutos para el final y ante tal acción, Posada Vega decidió suspender el encuentro.
La Federación de Castilla y León de Fútbol emitirá una resolución este martes día 22 para conocer si habrá consecuencias por el acto violento.
Otros encuentros que tuvieron que detenerse
A lo largo de la temporada también se han vivido episodios violentos y uno de ellos fue al Rioseco, que recibió un severo castigo. El incidente tuvo lugar el pasado 25 de octubre en el encuentro correspondiente a la jornada 5 de 1ª Provincial de Aficionados ante el Don Bosco. Las amenazas de un aficionado al colegiado del encuentro provocaron que se suspendiese el partido. El Comité de Competición impuso una multa económica al club y el cierre del campo durante dos partidos. Ante el castigo, el Rioseco se vio obligado a disputar sus encuentros en el campo del Racing Mayorga.
Aproximadamente un mes más tarde, volvió a repetirse una situación similar, pero con distinto protagonista. Sucedió el 21 de noviembre en 3ª División de Juveniles. En aquel momento se enfrentabal el Simancas Juvenil B y el San Agustín, pero unas presuntas amenazas de un jugador simanquino provocaron que el colegiado detuviera el encuentro durante unos minutos. Finalmente, el partido se reanudó cuando la policia acudió al campo para calmar los ánimos.
Suspendido el Peñaranda-Mojados
Lo sucedido en el Luis García García de Peñaranda el pasado domingo roza lo surrealista. El partido se suspendió en el minuto 18 de la segunda parte pero los problemas ya habían empezado mucho antes.
El colegiado zamorano Hernández Torres retrasó el inicio del segundo periodo al no estar de acuerdo con la grabación del duelo desde una zona habilitada entre los dos banquillos. Además, antes de proceder a reanudar el encuentro, solicitó la presencia de las fuerzas de seguridad. Precisamente en los banquillos, en la primera mitad, fueron expulsados ambos técnicos de forma muy rigurosa. Ese fue el germen del segundo foco de conflicto, con Adri Fraile dando incicaciones desde la grada, desde donde un aficionado le recriminó, según explicó el entrenador local, Fernando Ferreiro, a ADG en conversación telefónica, que no podía estar dirigiendo al equipo.
Tras una fuerte entrada, la tensión se trasladó de nuevo a la grada, con un enfrentamiento entre un aficionado del Peñaranda y el técnico visitante, como apuntaron también desde la expedición del Mojados, decidiendo el árbitro suspender el choque ya con la Guardia Civil en el terreno de juego. En ese momento, el Mojados iba ganando por 0-1 gracias a un gol de Álex. Con ese tanto, el conjunto vallisoletano sería líder en solitario de la clasificación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario