El FC Barcelona corrió un serio riesgo de que el Camp Nou fuera parcialmente clausurado tras el episodio de las ‘estelades’ en la final de la Champions League de Berlín. El informe de la abogada ucraniana Anna Bordiugova, quien, curiosamente, no presenció el partido en directo sino que lo siguió por televisión, era terriblemente negativo para los intereses del club azulgrana. Pero es que, además, hubo serias presiones desde Madrid y desde diversos estamentos políticos para ‘apadrinar’ la denuncia de Bordiugova, que es miembro del equipo de inspectores de la Comisión Disciplinaria de la UEFA, que está presidida por el chipriota Chris Georghiades. Lo chocante es que el holandés Harry Been, que fue el delegado UEFA en el Barça-Juventus y asistió in situ a la finalísima, destacó en su informe el excelente comportamiento de los miles de aficionados azulgrana que se desplazaron a la ciudad alemana y estuvieron en el Olympiastadion.
La Comisión de Control, presidida por el danés Jim Stjerne Hansen, ya que el presidente, el austriaco Thomas Partl, estaba ausente. Fue una reunión caliente. Tanto es así, que fuentes de la UEFA, reconocieron a este diario la presencia de Emilio García Silvero, jefe del aparato judicial del organismo futbolístico, cosa poco habitual. García Silvero era antiguo miembro del comité en el que entró en sustitución de Josep Lluís Vilaseca, quien lo llegó a presidir. No es un secreto que es hombre bien relacionado con Miguel Cardenal, el director del Consejo superior de Deportes. Eso da a entender la gravedad del tema. El informe de Anna Bordiugova (aportaba imágenes de TV3 y no las correspondientes a la señal internacional) no hubiera sido tan peligroso sin la carga política añadida de la situación que vivía y vive Catalunya que lucha por su independencia, con todo lo que ello plantea. Las reivindicaciones soberanistas catalanas fueron utilizadas en contra de los intereses del Barça.
Las mismas fuentes de la UEFA, desvelaron a MD que en la reunión de la Comisión de Control y Disciplina hubo una defensa importante de la posición del Barça por parte de Tomás Gea, miembro de la comisión, abogado y secretario general de la Federació Andorrana de Futbol. Gea argumentó la normalidad de mostrar la estelada en Catalunya en el día a día, en acontecimientos varios de la más diversa índole, el reconocimiento por parte del Parlament. Se las tuvo, de abogado a abogado, con argumentos legales, con Emilio García Silvero. Al final se impuso la cordura y todo quedó en una multa de las muchas que hay en cada jornada de Champions o Europa League por ‘banner inapropiado’ (pancarta inapropiada), por transgredir el artículo 16.2.e que prohíbe, resumiendo, los gestos, las palabras, las pancartas y otras formas de transmitir mensajes que no se adecúen a un acontecimiento deportivo y que se refieran a temas “de naturaleza política e ideólogica”
Tampoco debe olvidarse que en esa época estaba pendiente el tema de las sanciones por los silbidos al himno español en la final de Copa del Rey disputada en el Camp Nou entre el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao. Se buscó descaradamente que fuera primero a UEFA quien sancionara al Barça y, luego, que los órganos disciplinarios de la Real Federación Española se sumaran a la ‘fiesta’.
Mala comunicación
El Barça logró parar el golpe. No tiene razón el vicepresidente Carles Vilarrubí cuando habla de fracaso de las gestiones iniciadas por su propio club. Muchos lo focalizan en Albet Soler, pero olvidan que también se ocupó del tema, personalmente, el presidente Josep Maria Bartomeu que se vio con Michel Platini, el presidente de la UEFA y el secretario general, Gianni Infantino. Algo debieron hacer bien cuando visto el panorama el Barça se ‘libró’ con una multa tanto tras la final de Berlín, como luego del partido de Champions ante el Bayer Leverkusen.
Lo que se ha tomado como un “fracaso” en boca de Vilarrubí, fue en realidad un éxito, aunque el club, como sucede en los últimos tiempos no supo comunicarlo adecuadamente a su masa social. Todo el follón liado con las estelades, con la presión política recibida desde Madrid, fue bloqueado y se saldó con una multa por ‘banner inapropiado’ que implicaba una multa económica de 30.000 euros. El Barça consiguió sujetar adecuadamente a la ‘mano que mece la cuna’.
Indudablemente, no se puede estar de acuerdo en que se coarte la libertad de expresión de los aficionados del Barça que tienen todo el derecho del mundo a exhibir las estelades. Aunque el Barça está disputando una Champions League que está sujeta a un reglamento disciplinario cuyo incumplimiento acarrea una sanción, según un baremo preestablecido que consta en el reglamento disciplinario que todos los clubs conocen al iniciarse la competición.
Multas y no clausura
Fuentes de la propia UEFA, han explicado a MD que, precisamente, al ser sanciones por ‘banner inapropiado’ no es cierto que puedan acarrear cierre parcial o total del Camp Nou como algunos medios han publicado. Eso sí, cada vez la sanción económica aumentará, como ya fue el caso tras el partido entre el Barça y el Bayer Leverkusen. Otra cosa será sin con motivo del Barça-BATE Borisov hay motivos para que la calificación del delegado de la UEFA cambie de criterio.
La prueba de que el Barça no lo hizo tan mal (salvo en la vía judicial que fue un auténtico desastre, una vez más en las primeras alegaciones), es que no se abrió expediente al club azulgrana, que no se reunió la Comisión de Control y Disciplina sino que el tema fue arreglado como uno de menor importancia con la correspondiente multa por el presidente Thomas Partl y sus colaboradores en la reunión del día 15 de octubre. Para poner un ejemplo, esa sanción es equivalente a las que pagaba el Real Madrid, habitualmente, cuando era entrenado por José Mourinho y el equipo salía tare en las segundas parte en los partidos de Champions. Hay sanciones mucho más graves en temas parecidos a las estelades en el fútbol de las antiguas repúblicas que formaba Yugoslavia, Rusia o países centro europeos.
La pregunta que tiene difícil respuesta es qué va a pasar ahora con las relaciones entre Barça y UEFA. Ya hay una asociación de abogados que trabaja para llevar, de forma privada, a la UEFA a los tribunales ordinarios de justicia. Desde el club, en la figura del vicepresidente Carles Vilarrubí, se echa gasolina al fuego cara al partido del 4 de noviembre en el Camp Nou. Ese pulso ante la UEFA es entendible, justo, pero puede acarrear consecuencias muy serias ala entidad barcelonista que disputa la Champions League y de cuya competición es vigente campeón. Comparara, comos e ha hecho a UEFA con FIFA es un auténtico disparate o un desconocimiento enorme al respecto. Que Michel Platini esté suspendido temporalmente por el Comité Ético de FIFA no equivale a decir que la UEFA es un organismo igual de corrupto que FIFA.
Tampoco la UEFA queda libre de culpas, muy al contrario. No cuela lo de la independencia plena de los comités disciplinarios del organismo. Porque si fuera así, el informe de la ucraniana Anna Bordiougova no hubiera tenido el recorrido que tuvo, ni a partir de entonces se mire con lupa cualquier estelada que aparezca en el Camp Nou, como hizo el delegado en el Barça-Bayer. El galés David Griffiths hizo hasta fotos.
Las vías de comunicación entre Barça y UEFA no están cerradas. Al revés. Pero si algunos se empeñan, la cosa acabará mucho peor. Se han hecho cosas buenas y malas en cuanto a normalizar una relación fría en los últimos tiempos. Con ocasión del sorteo de la Champions en Montecarlo, la UEFA rindió un justo y merecido homenaje al Barça por sus cuatro títulos y el color blaugrana invadió el Fórum Grimaldi. Hasta jugadores del Barça de antes y ahora extrajeron las bolas. Luego hubo la habitual Gala...El grueso de expedición cogió el avión privado en Niza y salieron pitando. Hay ‘intangibles’ que el FC Barcelona ha olvidado, que antes se hacían simplemente mucho mejor.
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