La UEFA mantiene una postura firme ante el tema de las estelades. Considera que es un asunto que afecta al normal desarrollo de las competiciones, que afecta a la Champions League y entra en conflicto con su reglamento disciplinario. Por eso aplican el artículo 16 de su código. Mundo Deportivo ha hablado con diversas personas, importantes dentro del organismo futbolístico, que están en puestos destacados de su organigrama y en los principales comités. Su respuesta a todo lo que el aficionado azulgrana se pregunta es la siguiente.
En primer lugar aseguran y destacan “la independencia de nuestros Comités es sagrada para nosotros. Las comisiones son respetadas y acatadas desde hace mucho tiempo por clubs, asociaciones nacionales, etc”. “La cuestión de las banderas “esteladas” y los gritos de” Independencia” en el Camp Nou o en otros acontecimientos deportivos de especial interés (i.e. Final de la Champions League) es un fenómeno relativamente reciente para la UEFA. Si bien es cierto que las “esteladas” han podido desplegarse en ocasiones en el estadio u otros partidos del Barcelona, su combinación con los gritos de independencia en los minutos 17.14 de cada parte es, más o menos, novedoso para nosotros”, reconoce un alto cargo de la UEFA, que responde de manera solidaria a las cuestiones de MD. Para ello precisan que “lo primero que debe ser conocido es la historia, contenido e interpretación de nuestras normas. Desde 1996, nuestras Regulaciones Disciplinarias (hace pues ¡20 años!) codifican lo que debe ser le normal desarrollo de las competiciones, ya que será objeto de sanción disciplina utilizar un partido de fútbol para trasmitir mensajes de naturaleza no deportiva. Esta apreciación está claramente en línea con las exigencias de la Carta Olímpica (“oponerse a todo abuso político del deporte”) y nuestros propios Estatutos que indican que la UEFA es neutral en materia política”
La norma es la norma
Miembros de la Comisión de Control y Disciplina insistieron a MD que “el contenido de la norma es claro. El Articulo 16 del Reglamento Disciplinario de la UEFA determina que están prohibidos el uso de mensajes que no sean adecuados para un encuentro deportivo, y particularmente los de carácter político.” Y añaden que “la interpretación de esta normas en los últimos 20 años por parte de los Comités Disciplinarios ha sido constante y sin excepciones. La UEFA no mira quién es el equipo y aplica la norma. La UEFA (a través de sus órganos disciplinarios) mira la norma, y aplica la sanción, sin mirar al equipo presuntamente infractor. Todos los clubes son tratados de la misma manera, y nuestras resoluciones son públicas. Ejemplos de la interpretación del Articulo 16 son infinidad: desde una bandera del Che Guevara desplegada en un partido, pasando por imágenes en banderas de Nelson Mandela, hasta una palestina jugando equipos israelitas o una de la “Gran Albania” cuando su selección juega contra Serbia (confirmado por el TAS). Otros ejemplos serian: banderas con la cara de William Wallace (el héroe mítico de Escocia) en partidos del Celtic, o banderas del Imperio Ruso en partidos de su selección nacional. Todas ellas tienen un contenido político claro, que la UEFA respeta, pero fuera de sus estadios y competiciones” -Precedentes en España- Tienen especial preocupación en destacar los precedentes en el fútbol español, a clubs de la Liga BBVA. Los miembros de la UEFA empiezan recordando que “hemos sancionado varias veces al Athletic Club por utilizar banderas que expresan la voluntad de reubicación de presos “políticos” de ETA (ello, además, muy recientemente)”.
No aceptan que haya “persecución” respecto al Barça:”Debe ser resaltado que la UEFA respeta la posición del FC Barcelona o de sus aficionados en relación con la independencia de Cataluña. La UEFA no valora o entra en esas cuestiones. Lo que la UEFA dice es que, cuando se juegan partidos de futbol organizados por nuestra Confederación, nadie puede utilizar los mismos para transmitir a los demás opiniones políticas o sociales. Ese no es el lugar, especialmente para equipos o selecciones que son seguidos mundialmente”. Ahí vuelven a echar mano de a historia reciente: “Es extraño que nadie hable que hace escasamente un año (mayo de 2014) el Real Madrid – el mayor rival nacional e internacional del FC Barcelona - fue sancionado con un partido con dos gradas cerradas por desplegar una bandera racista (también vista solo por televisión por la UEFA sin que fuera reportada por nadie)”. Y añaden a la lista al Bayern de Pep Guardiola:”Lo mismo le paso al Bayern de Munich por desplegar una bandera homófoba que en España sería consideraba incluso graciosa en 2014. Cerramos un sector del estadio del Bayern. Estos dos equipos son mundialmente conocidos, y la UEFA les sancionó de igual manera que a cualquier otro”. Insisten en que “las normas, nos gusten o no, son para todos igual. No se trata de libertad de expresión o no, nuestrio objetivo es salvaguardar el deporte de contenidos políticos o ideológicos. Desgraciadamente, en Europa el único conflicto territorial actual no es entre Catalunya y España. Los serbios contra los albaneses, éstos contra los griegos, y la vez los serbios contra los kosovares, los ucranianos contra los rusos, éstos contra casi todas sus ex repúblicas (muchas miembros de la UEFA), España contra Gibraltar, y así un largo etcétera. Si la UEFA permitiera que mañana cada grupo de aficionados expresara sus ideas políticas (muchas de ellas quizás legítimas y justas) en los estadios, esto sería un caos. Nosotros creamos una norma hace más de 20 años para esto, y la aplicamos sin excepciones”.
Comprensión hacia el Barça
La UEFA hace una valoración propia de la situación de sus relaciones con el Barça tras las dos multas por el tema de las estelades y los gritos de independencia en el Olympia Stadion de Berlín y en el Camp Nou. Ellos aseguran que “es posible que el mensaje de los aficionados del FC Barcelona sea justo, loable y, por supuesto, entendible y totalmente legal en España – como las banderas del Che Guevera, la de la reubicación de los presos vascos o las de la Gran Albania- pero estas manifestaciones deben hacerse fuera de los estadios. Es sabido que en los 200 m de las Olimpiadas de México 1968 dos corredores americanos fueron desposeídos de sus medallas por utilizar el mensaje del “Black Power” con el puño negro alzado y enguantado, cuando subieron al pódium. Su mensaje es loable, totalmente aceptable, legal, ¿quién no lo comparte! Y apoya? Pero no era el lugar para hacerlo. La UEFA no descalifica al Barcelona de sus competiciones, no le cierra el estadio, ni siquiera lo hace parcialmente, sino que le dice: unir política y deporte va contra nuestras normas y una sanción económica de 40.000 € para un equipo que gana más de 45 millones en la competición no parece desproporcionada”.
No a Mestre y Vilarrubí
En cambio se muestran contrariados por las declaraciones de Jordi Mestre en Minks y de Carles Vilarrubí en Barcelona: “Nos han informado que un vicepresidente del Barcelona ( ha comentado en una entrevista durante el partido de Champions que sale más barato tirar bengalas que portar “esteladas” en partidos de la UEFA (en relación a los supuestos 20.000 E de sanción al Benfica por los incidentes en Madrid). Sería bueno saber que la sanción disciplinaria al Benfica es una multa de 20.000 más un partido a puerta cerrada bajo prueba. Es decir, que el próximo incidente con bengalas, se les cierra el estadio. Si el FC Barcelona quiere cambiar su decisión por el Benfica, eso significaría en términos prácticos que si las “esteladas” y los gritos de independencia se repiten en el siguiente partido, el FC Barcelona debería jugar el siguiente partido a puerta cerrada. ¿Seguro que les conviene cambiar su sanción por el Benfica? ¿Seguro que sale mejor tirar Bengalas que mostrar “esteladas” y gritar por la “Independencia”? Nos parece parece que no…”
Respecto a lo manifestado por Carles Vilarrubí en que pide a los aficionados barcelonistas (tal como hizo el lider de la CUP David Fernández en TV3 en el programa ‘.CAT’) que llenen el Camp Nou de estalades, la UEFA se mostrará inflexible en la aplicación del reglamento. Si el Comité de Control y Disciplina cree que se trata de un nuevo episodio de ‘banner inapropiado’, les volverá a sancionar económicamente, aunque con mayor dureza. Si por el contrario la infracción sube de grado se corre el riesgo de un cierre parcial de la grada del Camp Nou y en caso de reiteración o que se considere grave el hecho, de clausura total del Estadi del Barça. Está previsto que el Camp Nou sea un mar de esteladas en el próximo partido de Champions League entre el Barça y el BATE que se disputará en el Estadi el 4 de noviembre.
Pero como dejó claro un altísimo dirigente de UEFA a MD, “sin perjuicio de todo lo anterior, mi voluntad personal y de la de la UEFA es seguir manteniendo excelentes relaciones con el FC Barcelona. Es un gran club, siempre con un trato exquisito con la UEFA. Ellos tienen todas las garantías de defensa delante de nuestro Comité de Apelación, y no está dicha la última palabra en este caso. En el hipotético caso que el Comité de Apelación no estimara su recurso, el TAS (Tribunal de Arbitraje del Deporte) podría conocerlo. Nosotros estaremos a lo que digan nuestros órganos disciplinarios y el TAS, y en todo caso nuestras magníficas relaciones con el club no se verán alteradas por este procedimiento. Respetamos al FC Barcelona y entendemos su posición perfectamente en este caso, pero a la vez debemos de tratar a todos los clubs de la misma forma”.
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