“No volveréis a venir a desayunar a Madrid”

Un cartel claramente amenazante ha sido colocado esta semana junto al Calderón. Este viernes se enfrentan de nuevo el Deportivo de la Coruña y el Atlético de Madrid, esta vez en Riazor, cuando los ultras no han acabado de ajustar sus cuentas y sus desafíos. La investigación no ha determinado los culpables de la muerte de 'Jimmy', lo que provoca la indignación en determinados círculos de Galicia, que ven intencionalidad en los fallos policiales

“No volveréis a venir a desayunar a Madrid”; y si al desafío le faltaba una pista, los emblemas de los Riazor Blues, los “Suaves” (una facción ultra de este grupo de seguidores del Dépor) y la hoz y el martillo. Este cartel ha aparecido en las proximidades del Estadio Vicente Calderón, en Madrid, cerca de donde murió apaleado Francisco José Romero Taboada, ‘Jimmy’, seguidor del Deportivo de La Coruña . Los ecos de aquella pelea no se apagan, cuando hoy el Dépor recibe en su campo al Atlético de Madrid. El Atlético no ha organizado viaje alguno de aficionados ni ha vendido entradas del cupo para visitantes. Si hoy hay aficionados colchoneros en Riazor, habrán ido a título individual al partido.

El juez decretó libertad para los acusados del asesinato de ‘Jimmy’ y el caso, según fuentes conocedoras del proceso, avanza camino de acabar sin dar con los culpables de la muerte del aficionado del Dépor. A pesar de la declaración del testigo protegido G303, que identificó a cuatro ultras del Atlético –José Luis Zarzoso ‘Zarpe’, y a Jiménez Linares (ambos detenidos por la policía y liberados por el juez) , a un menor llamado Álvaro ‘Kitkat’ y a Diego Palomeque– como autores de una paliza a un seguidor del Deportivo, de complexión delgada y que fue arrojado al río. O sea, la descripción de ‘Jimmy’.

La investigación efectuada por la Policía deja bastante claro, tras la intervención de los teléfonos de los detenidos, que hubo una colosal quedada entre radicales para apalizarse esa mañana en el Calderón. Una riña dividida no sólo por el fútbol, sino también por ideologías radicales de izquierda y derecha.

“Llevar (sic) una ambulancia al menos” decía un amigo de Rodrigo Abajo cuando éste le contaba los pormenores de la quedada. "Irán los mayores, una buena 1ª línea", sigue diciendo a su amigo. Desde Gijón se trasladaron también radicales para unirse al bando del Frente Atlético, y parece claro que aficionados madrileños –podrian ser elementos cercanos al grupo Bukaneros, afín al Rayo Vallecano– lo hicieron al bando de los Riazor Blues.

“Había mazo de furgonetas de ellos vigilándonos”, dice en un whatsapp el menor I.C. a un amigo cuando le explicaba la pelea. “Dispararon cohetes y bombas de humo”, relata, antes de describir la salvaje carga que acabó con la muerte de ‘Jimmy’ y varios heridos. “El puto respeto que nos hemos ganado hoy, vamos que ahora mismo somos los putos dioses”, concluye el mismo menor.

Los chóferes que llevaron a los aficionados del Dépor declararon ante el juez que antes de llegar a Madrid varios aficionados se subieron al autobús del Riazor Blues y que fueron guiados por una misteriosa furgoneta de la marca Peugeot Partner, que luego fue vista en las inmediaciones del lugar de la cita de los seguidores del Frente Atletico.

Por su parte, el Frente Atlético –su facción más violenta– se citó por medio de redes y grupos de whatsapp a las siete de la mañana en las inmediaciones del Calderón. De sus intenciones habla ilustrativamente cómo varios de ellos se preocupan de pertrecharse con porras metálicas y otro tipo de material de reyerta.

La falta de conclusiones y de culpables de la muerte del aficionado de los Riazor Blues provoca un enorme malestar en Galicia, más concretamente en medios nacionalistas y también en los cercamos al Deportivo de La Coruña. El BNG ha presentado una proposición no de ley en el Parlamento gallego pidiendo medidas contra los ultras del Atlético de Madrid, así como reclamando que se extremen las investigaciones para encontrar a los culpables del asesinato de Romero Taboada. Pide que el Parlamento rechace “cualquier intento de poner en el mismo plano a las víctimas y los culpables” y que exprese “su condena contra los grupos de extrema derecha –en este caso el Frente Atlético– con antecedentes de hechos similares con resultado de muerte que actúan en el Estado español”.