Cuando el Borussia Dortmund y la Juventus salten al terreno de juego en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions esta semana, caminarán a través de un túnel largo y oscuro hacia el campo, donde serán recibidos por un rugido amarillo tan fuerte que parecerá que la tierra esté temblando.
"Este túnel oscuro, tiene exactamente dos metros de altura, y al salir, es como haber nacido", dijo una vez Jurgen Klopp, el popular técnico del Dortmund. "Uno sale y el lugar explota, miras a tu izquierda y parece que hay 150.000 personas en la grada; es una auténtica locura".
Se refiere a la Sudtribune (Grada Sur), más conocida como "la pared amarilla". Es más grande y más ruidosa que cualquier otro famoso graderío en todo Europa y, posiblemente, en todo el mundo.
Cuando a Bastian Schweinsteiger, el centrocampista del Bayern Múnich y de la selección de Alemania, se le preguntó antes de un partido si estaba más preocupado por los jugadores del Dortmund o por sus seguidores, dijo: "Es la pared amarilla la que más me asusta."
"No quiero sonar arrogante y decir qe Dortmund tiene los mejores fans del mundo. Pero tienen a una de las mejores aficiones y si la pared amarilla no es la más ruidosa, ¿cuál es la más ruidosa? ", dijo Marc Quambusch, cineasta que acaba de terminar un nuevo documental sobre la historia del Borussia Dortmund.
El Dortmund tiene la esperanza de que este miércoles sea una nueva ocasión especial al igual que lo fue la noche de 2013 en la que el conjunto germano goleó al Real Madrid de Joe Mourinho por 4-1 en la semifinal de la Champions League.
"Eso fue inolvidable, una de las grandes experiencias de mi vida", añadió Quambusch, quien ha apoyado al equipo durante 40 años. "Siempre es muy emocionante vivirlo en el Stand del Sur, pero en ese partido se podía sentir el ambiente de muchas maneras. Guauu! Fue increíble ".
Gary Neville, el ex jugador del Manchester United y de la selección de Inglaterra y que ahora trabaja para Sky Sports, está de acuerdo. Pocos meses después de ese partido, escribió: "De los cientos de partidos que he cubierto en los últimos años, ninguno supera a la atmósfera durante aquella noche en la que el Dortmund venció al Real Madrid".
"Si bien fue un partido memorable e importante, se sentía más que eso. Al ver que los jugadores del Dortmund se sentaron en el terreno de juego al final del partido bajo el clamor de sus fans, sentir eso fue algo especial". Y es que en esa grada hay 24.454 almas "amarillas".
"Los seguidores son muy conscientes de su propio desempeño", dijo el famoso autor y seguidor del Dortmund Uli Hesse. "Cuando hablé con grupos de ultras para mi libro sobre los fans, decían:" Lo hicimos bien en este partido, no estábamos en nuestro mejor momento. Tenemos que mejorar. "Ellos estaban hablando de sus propias actuaciones, no de la de los jugadores. Su actitud es 'Contribuimos tanto como los jugadores lo hacen. "
"Ellos son muy conscientes del hecho de que son los fans que en mayor número sigue a su equipo en el fútbol, con 80.000 fieles en cada partido que juegan en casa. Se hacen llamar los mejores, y están muy orgullosos. "Cuando el Dortmund llegó a la final de la Liga de Campeones de 2013 se recibieron solicitudes de más de medio millón de entradas.
El Sudtribune fue construido a principios de 1970 con capacidad para 12.000 espectadores y reconstruido en el doble de ese tamaño en la década de 1990, justo cuando comenzó el Dortmund a ganar trofeos.
El Westfalenstadion (ahora rebautizado como Signal Iduna Park) no fue originalmente una de las sedes de la Copa Mundial de 1974 en Alemania Occidental pero cuando Colonia se retiró como ciudad anfitriona, Dortmund albergó partidos. A diferencia de otros lugares, no tenía ninguna pista de atletismo alrededor del terreno de juego y el club podía presumir de tener un estadio "puro".
"Tenía más gradas que los demás y se decía que era como un estadio Inglés. El estadio era ruidoso, como los aficionados ingleses, y nos quedamos muy contentos por eso, porque en aquél momento Inglaterra tenía la mejor cultura de fans del mundo", dijo Hesse.
La pared amarilla es un fenómeno nuevo, y está en camino de desplazar a la Kop en Anfield como la grada más venerada del fútbol mundial.
Nadie sabe quién ideó el nombre. "Pero cuando estás en la cancha mirando a la Grada Sur, es tan empinada y tan grande que es natural llamarlo una pared", dijo Quambusch.
Hesse cree que la grada recibió el nombre de la pared amarilla en 2005 por un grupo de ultras que hicieron una pancarta gigante que colgaba de la Grada Sur diciendo 'Gelbe Wand Dortmund' (amarillo Muro Dortmund).
Ese mismo grupo de ultras había dispuesto previamente una coreografía que contó con una pancarta gigante, más de 30 metros de ancho, con una cita de Oscar Wilde, el dramaturgo Inglés del siglo XIX: "Estamos todos en la cuneta, pero algunos de nosotros estamos mirando las estrellas.
"Los ultras luego añaden su propia cita, 'Al final del callejón oscuro brilla la pared amarilla' y ahí es de donde viene el nombre", dijo Hesse.
El estadio reconstruido acogió partidos de la Copa Mundial de nuevo en 2006, que es cuando el inglés Matthew Gerrard vio por primera vez un partido allí. Ha vuelto 25 veces y prefiere la pared amarilla a cualquier otra de Inglaterra. "Hasta 45 minutos antes del partido el lugar es estimulante", dijo Gerrard, un reportero de radio de Kent. "Cuando hay un gol, nos duchamos en cerveza y la tierra tiembla. El ambiente es algo digno de contemplar. No hay nada mejor en el fútbol que la pared amarilla empujando a su equipo".
Marc Quambusch es uno de los creadores de la película Am Borsigplatz geboren - Franz Jacobi und die Wiege des BVB (Nacido en el Borsigsquare - Franz Jacobi y el nacimiento del Borussia Dortmund).
Uli Hesse es el autor de Unser Lieben Ganzes: Die Fans des BVB and Tor! (Nuestra vida entera: La historia de los aficionados del Dortmund y ¡Gol!).
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