La Comisión Antiviolencia tiene un lunes ajetreado. Desde las 12:30 se reunirá para analizar con detalle todo lo que ocurrió el pasado sábado en la final de la Copa del Rey en el Camp Nou entre Athletic de Bilbao y FC Barcelona. El objetivo de la reunión es castigar el menosprecio a dos de los símbolos del Estado, el rey de España y el himno nacional.
Lo primero que harán los miembros de la comisión, presididos por Ana Muñoz, será analizar todas las imágenes que han difundido las televisiones sobre la sonora y multitudinaria pitada que se produjo en el momento que sonó el himno nacional. Antiviolencia, además de los pitos, estudiará las pancartas a favor de presos de ETA y la presencia de bengalas en el estadio. Hay que tener en cuenta que el organizador del partido es la Real Federación Española de Fútbol, no el FC. Barcelona, propietario del estadio.
Si Antiviolencia considera muy grave lo acontecido en la final de Copa, la sanción económica podría llegar a los 650.000 euros. En principio, dicha multa no iría a los clubes ni a la Federación, sino a las asociaciones y plataformas que incitaron a los seguidores de ambos equipos y regalaron pitos para que silbaran el himno español. Entre estas asociaciones está Catalunya en Acció, que realizó un “Manifiesto para la pitada al himno español y a Felipe de Borbón’ Desde esta plataforma independentista se incitaba a la gran pitada con frases tan rotundas como “pitar ante el abuso y la tiranía que ejerce el gobierno español contra Cataluña no es ninguna falta de respeto; al contrario, es una prueba de respeto hacia uno mismo”.
La Asamblea Catalana y Plataforma proselecciones para el derecho a decidir pidieron que la gente fuese al estadio provista de esteladas y de todo tipo de simbología independentista.
EL Comité de Competición, dependiente de la Federación Española de Fútbol, anunció ayer el cierre por cuatro partidos de la grada norte del Sánchez Pizjuán, zona donde se ubican los Biris, los ultras del Sevilla. El club andaluz también ha anunciado que se había propuesto una multa económica de 6.001 euros.
Esto puede ser un aviso para las aficiones del Athletic, ya que aunque Antiviolencia no tiene potestad para sancionar, sí la tiene para proponer sanciones.
Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, manifestó que sí “existe una responsabilidad individual de las personas que pitan”.
Los clubes y la Federación, además de las sanciones económicas, pueden ser sancionados con la clausura de sus estadios en el caso de los clubes o “la inhabilitación para organizar espectáculos deportivos” por un periodo de hasta dos meses si se considera un infracción grave o hasta dos años si se considera muy grave.
A los aficionados que pitaron se les puede prohibir el acceso a recintos deportivos desde uno a seis meses si la infracción se considera leve; seis meses a dos años por infracción grave o entre dos y cinco años si es muy grave.
Las sanciones económicas son las mismas para aficionados y clubes: entre 150 y 3.000 euros por infracción leve; de 3.000 a 60.000 por infracción grave o entre 60.000 y 300.000 por infracciones muy graves.
A la afición se le puede imputar la siguiente infracción: “la entonación de cánticos que inciten a la violencia, el terrorismo o la agresión” o “la entonación de cánticos, sonidos o consignas…, que contengan mensajes vejatorios o intimidatorios”.
“Seremos reactivos si nos sancionan”
Desde el FC Barcelona, Carles Vilarrubí, vicepresidente tercero del club, manifestó sobre la nota pública del Gobierno que hablaba de posibles sanciones por la pitada, que “el club será reactivo si es sancionado”. En declaraciones a RAC1, el directivo azulgrana señaló que el Barça hizo lo tocaba antes del partido: “Dijimos públicamente que nuestra posición era la de respeto a las instituciones, a las personas y a los himnos. No nos tocaba ir más allá”
Vilarrubí advirtió que recurrirán sin hay sanción. “Si hay sanción, debemos ser reactivos. Éramos el equipo visitante, éramos un elemento pasivo. Tenemos que actuar en defensa de los intereses de nuestros socios”.
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