El Atlético de Madrid-Benfica había sido declarado de alto riesgo, pero radicales portugueses lograron introducir al estadio colchonero con petardos y varias bengalas, y provocaron graves incidentes. A pesar de que las Fuerzas de Seguridad extreman las medidas en las competiciones europeas, los controles de acceso siempre son complicados en este tipo de encuentros, especialmente cuando se producen desplazamientos masivos de hinchas visitantes.
En el caso del duelo del miércoles, casi tres mil aficionados lisboetas pasaron por los tornos en un corto espacio de tiempo y accedieron al Vicente Calderón para ser ubicados en el primer y segundo anfiteatro del fondo norte. Durante los registros, la Policía Nacional, que contó con la colaboración de cuando agentes desplazados desde Portugal, se incautaba de numerosos objetos prohibidos, pero algunos aficionados consiguieron introducir bengalas que, por su pequeño tamaño, similar a un pila (como la de la imagen), resultan muy difíciles de detectar.
A pesar de los cacheos, algunos radicales logran pasar las bengalas escondidas en su ropa interior, en los calcetines o incluso escondidas dentro de los bocadillos. Trucos que conoce perfectamente la Policía, que no siempre «selecciona» a los hinchas adecuados a la hora de realizar los registros. En algunos casos porque los ultras incluso traspasan el material prohibido a aficionados de mayor edad que habitualmente no sufren registros tan exhaustivos para que lo introduzcan en las gradas.
Tras los incidentes, el Benfica pedía disculpas públicamente a través de un comunicado publicado en su página web.
Las bengalas tradicionales, con un tubo largo, hace tiempo que han dado paso a otras más pequeñas y más fáciles de ocultar a los miembros de seguridad que registran a los aficionados a la entrada de los estadios. Algunas de estos artilugios son extensibles, pero antes de desplegarlos caben en una mano.
Los agentes que el miércoles recogieron las bengalas que cayeron sobre los aficionados del Atlético y alcanzaron a un niño comunicaron al club que había dos tipos de artefactos y ambos de dimensiones pequeñas. "Nos dijeron que algunas de las bengalas que cayeron eran más pequeñas de lo normal y que son difíciles de detectar porque se pueden ocultar con facilidad en varios sitios", aseguran desde el club rojiblanco.
Los hinchas del Benfica lograron introducir esas minibengalas pese a que fueron cacheados por la policía y pasaron un doble filtro en el interior del estadio realizado por la seguridad privada del Atlético.
¿Cómo pudieron entrar las bengalas en el Vicente Calderón?
Diez personas tuvieron que ser atendidas por quemaduras leves, entre ellos un niño de dos años, que fue alcanzado por una de las bengalas. A raíz del gol, los seguidores lisboetas, intentaron alcanzar el césped, y provocaron numerosos incidentes, como explosión de petardos. Con motivo de estos actos, el árbitro italiano Gianluca Rocchi detuvo el partido durante varios minutos.La pregunta es cómo pudieron entrar los aficionados portugueses las bengalas y más en un estadio con uno de los dispositivos de seguridad más fuertes tras los acontecimientos de la temporada pasada en el que murió un aficionado del Deportivo en una reyerta (en la parte del Frente Atlético los cacheos son exhaustivos). Una de las teorías que se manejan es que las metieran en bocadillos o en su ropa interior.Según informaciones, la Policía Nacional era la encargada de realizar los cacheos y evitar así que se introdujeran las bengalas, prohibidas por la UEFA.
Además introdujo al estadio a los aficionados visitantes por grupos. Cuando se produjeron los lanzamientos, la policía identificó a diez seguidores del Benfica, sin detenerlos, e inmediatamente fueron expulsados del campo.¿Posible sanción?El delegado de la UEFA ya ha presentado su informe y la comisión de disciplina probablemente iniciará un procedimiento en el que puede solicitar más información sobre los hecho, antes de tomar una decisión sobre si hubo o no fallos de organización. En el Atlético de Madrid se espera que la sanción que les ponga la UEFA sea tan solo económica. Los precedentes le podrían dar la razón. Por ejemplo, la Comisión Antiviolencia multó en 2013 con 6.000 euros al Real Madrid por permitir el acceso y encendido de bengalas en el Santiago Bernabéu en un partido ante el Galatasaray. En el último precedente sobre lanzamiento de bengalas por parte de una afición visitante, sin más infracciones, que fue estudiado y sancionado por el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA, la Federación de Polonia fue multada con 25.000 euros por esos hechos en el partido de clasificación para la Eurocopa 2016 disputado en Dublín contra Irlanda, el pasado 29 de marzo.
El Trabzonspor turco, por ejemplo, también fue sancionado con una multa de 40.000 euros por daño en los asientos y lanzamiento de bengalas y objetos por parte de sus aficionados en un partido como visitante de la Liga Europa del pasado curso en Nápoles, cuyo equipo local también fue castigado por esta última causa con 60.000 euros. Celtic, Dinamo de Moscú o Zenit de San Petersburgo también han sido multados, con importes entre los 5.000 y los 20.000 euros, en el último año por bengalas de sus aficionados en partidos fuera de casa, sin que fuera recíproco en algún caso para el conjunto local. Más reciente, del pasado 31 de julio, es la sanción del cierre parcial de sus estadios al Charleroi y el Beitar Jerusalem tras su partido en la segunda ronda de clasificación de la Liga Europa de esta temporada en campo belga, aunque en esa decisión incurrieron más infracciones por parte de los seguidores de ambos conjuntos.
Además del lanzamiento de bengalas, la UEFA les sancionó por comportamiento racista, conducta impropia de sus seguidores y pancarta prohibida. Sus estadios fueron cerrados parcialmente, en sectores que variaban entre 500 y 2.500 espectadores, para sus respectivos siguientes encuentros como locales en el torneo europeo.
En mínimas ocasiones en el último año, el Comité de Control, Ética y Disciplina sancionó el lanzamiento de bengalas y los disturbios de público de aficiones visitantes con la prohibición de venta de entradas para un periodo de partidos fuera de casa o con el cierre total de su estadio en el siguiente duelo como local.
El Benfica se disculpaEl conjunto lisboeta emitió un comunicado en su página web en la que el presidente de la entidad, Luis Filipe Vieira, pidió disculpas al Atlético de Madrid y sus aficionados, especialmente "a los que fueron afectados por la actitud irresponsable". "Tengo una mezcla de alegría y tristeza. Hay cosas que no podemos controlar. Por desgracia, algunos alborotadores han provocado falta de respeto y han dejado en mal lugar el nombre del Benfica", comentó el presidente.El comunicado añade un agradecimiento a los aficionados que se portaron bien en el Calderón: "Gracias por la voz colectiva que se quedó en silencio y siempre estaba al lado del equipo".También lamentó los hechos el jugador Jonas Gonçalves aseguró que lo ocurrido es "muy feo" y pidió "que no ocurran más estas cosas".
Las bengalas tradicionales, con un tubo largo, hace tiempo que han dado paso a otras más pequeñas y más fáciles de ocultar a los miembros de seguridad que registran a los aficionados a la entrada de los estadios. Algunas de estos artilugios son extensibles, pero antes de desplegarlos caben en una mano.
Los agentes que el miércoles recogieron las bengalas que cayeron sobre los aficionados del Atlético y alcanzaron a un niño comunicaron al club que había dos tipos de artefactos y ambos de dimensiones pequeñas. "Nos dijeron que algunas de las bengalas que cayeron eran más pequeñas de lo normal y que son difíciles de detectar porque se pueden ocultar con facilidad en varios sitios", aseguran desde el club rojiblanco.
Los hinchas del Benfica lograron introducir esas minibengalas pese a que fueron cacheados por la policía y pasaron un doble filtro en el interior del estadio realizado por la seguridad privada del Atlético.
¿Cómo pudieron entrar las bengalas en el Vicente Calderón?
Diez personas tuvieron que ser atendidas por quemaduras leves, entre ellos un niño de dos años, que fue alcanzado por una de las bengalas. A raíz del gol, los seguidores lisboetas, intentaron alcanzar el césped, y provocaron numerosos incidentes, como explosión de petardos. Con motivo de estos actos, el árbitro italiano Gianluca Rocchi detuvo el partido durante varios minutos.La pregunta es cómo pudieron entrar los aficionados portugueses las bengalas y más en un estadio con uno de los dispositivos de seguridad más fuertes tras los acontecimientos de la temporada pasada en el que murió un aficionado del Deportivo en una reyerta (en la parte del Frente Atlético los cacheos son exhaustivos). Una de las teorías que se manejan es que las metieran en bocadillos o en su ropa interior.Según informaciones, la Policía Nacional era la encargada de realizar los cacheos y evitar así que se introdujeran las bengalas, prohibidas por la UEFA.
Además introdujo al estadio a los aficionados visitantes por grupos. Cuando se produjeron los lanzamientos, la policía identificó a diez seguidores del Benfica, sin detenerlos, e inmediatamente fueron expulsados del campo.¿Posible sanción?El delegado de la UEFA ya ha presentado su informe y la comisión de disciplina probablemente iniciará un procedimiento en el que puede solicitar más información sobre los hecho, antes de tomar una decisión sobre si hubo o no fallos de organización. En el Atlético de Madrid se espera que la sanción que les ponga la UEFA sea tan solo económica. Los precedentes le podrían dar la razón. Por ejemplo, la Comisión Antiviolencia multó en 2013 con 6.000 euros al Real Madrid por permitir el acceso y encendido de bengalas en el Santiago Bernabéu en un partido ante el Galatasaray. En el último precedente sobre lanzamiento de bengalas por parte de una afición visitante, sin más infracciones, que fue estudiado y sancionado por el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA, la Federación de Polonia fue multada con 25.000 euros por esos hechos en el partido de clasificación para la Eurocopa 2016 disputado en Dublín contra Irlanda, el pasado 29 de marzo.
El Trabzonspor turco, por ejemplo, también fue sancionado con una multa de 40.000 euros por daño en los asientos y lanzamiento de bengalas y objetos por parte de sus aficionados en un partido como visitante de la Liga Europa del pasado curso en Nápoles, cuyo equipo local también fue castigado por esta última causa con 60.000 euros. Celtic, Dinamo de Moscú o Zenit de San Petersburgo también han sido multados, con importes entre los 5.000 y los 20.000 euros, en el último año por bengalas de sus aficionados en partidos fuera de casa, sin que fuera recíproco en algún caso para el conjunto local. Más reciente, del pasado 31 de julio, es la sanción del cierre parcial de sus estadios al Charleroi y el Beitar Jerusalem tras su partido en la segunda ronda de clasificación de la Liga Europa de esta temporada en campo belga, aunque en esa decisión incurrieron más infracciones por parte de los seguidores de ambos conjuntos.
Además del lanzamiento de bengalas, la UEFA les sancionó por comportamiento racista, conducta impropia de sus seguidores y pancarta prohibida. Sus estadios fueron cerrados parcialmente, en sectores que variaban entre 500 y 2.500 espectadores, para sus respectivos siguientes encuentros como locales en el torneo europeo.
En mínimas ocasiones en el último año, el Comité de Control, Ética y Disciplina sancionó el lanzamiento de bengalas y los disturbios de público de aficiones visitantes con la prohibición de venta de entradas para un periodo de partidos fuera de casa o con el cierre total de su estadio en el siguiente duelo como local.
El Benfica se disculpaEl conjunto lisboeta emitió un comunicado en su página web en la que el presidente de la entidad, Luis Filipe Vieira, pidió disculpas al Atlético de Madrid y sus aficionados, especialmente "a los que fueron afectados por la actitud irresponsable". "Tengo una mezcla de alegría y tristeza. Hay cosas que no podemos controlar. Por desgracia, algunos alborotadores han provocado falta de respeto y han dejado en mal lugar el nombre del Benfica", comentó el presidente.El comunicado añade un agradecimiento a los aficionados que se portaron bien en el Calderón: "Gracias por la voz colectiva que se quedó en silencio y siempre estaba al lado del equipo".También lamentó los hechos el jugador Jonas Gonçalves aseguró que lo ocurrido es "muy feo" y pidió "que no ocurran más estas cosas".
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